Como principio de «precaución sanitario», en las aulas francesas estará prohibido el uso del celular. Así lo han adelantado tras una reunión con varias asociaciones ciudadanas y operadoras, la ministra de Sanidad, Roselyne Bachelot, y su colega de Ecología, Chantal Jouanno: «Como mínimo sería necesario prohibir el teléfono móvil en las escuelas de primaria», dijo.
Una futura reglamentación obligará a los operadores a ofrecer a los menores celulares que sólo puedan ser utilizados con auriculares o habilitados para enviar sólo SMS.
Por otro lado, el Gobierno aceptó la propuesta de las asociaciones para iniciar una experimentación sobre antenas de telefonía móvil en ciudades voluntarias, a la espera de los resultados de un estudio de la Agencia Francesa de Sanidad (Afssa) sobre los efectos de las antenasde móviles y WiFi.
El combate contra la telefonía móvil ha sido impulsado en Francia por varias asociaciones muy activas en la defensa de lo que se conoce como «principio de precaución sanitario».
El rendimiento de los jóvenes durante el día, y sobre todo en horario escolar, baja notablemente sobre todo si pasan muchas horas durante la noche enviando mensajes de texto con el teléfono móvil. Así lo revela un estudio publicado en la revista Pediatrics que ha llevado a cabo la Drexel University de Filadelfia.
La doctora Christina J. Calamaro, autora principal del estudio, entrevistó a 100 adolescentes de entre 12 y 18 años.
Para medir el nivel de consumo nocturno de tecnología entre los participantes, el equipo desarrolló un «índice multitarea»: la cantidad total de horas que un adolescente le dedicaba a nueve actividades (enviar mensajes con el móvil, mirar TV, escuchar MP3, hacer la tarea y mirar DVD o videos, etc.) dividido por nueve, que es la cantidad de horas entre 9 p.m. y 6 a.m.
El índice multitarea promedio de los participantes era alrededor de 0,6; lo que indica que hacían una de nueve actividades en 5,3 horas o cuatro actividades en 80 minutos cada una.
Un tercio de los adolescentes dijo que se quedaba dormido en el colegio y que dormían dos veces por día en promedio, aunque algunos dijeron que se quedaban dormidos unas ocho veces al día. A mayor índice multitarea, mayor probabilidad de quedarse dormido en el colegio.
«Estos adolescentes altamente multitarea tienen riesgo de tener problemas de rendimiento escolar, problemas con la función ejecutiva y degradación de la función neuroconductual», advierte el equipo.
Calamaro dijo que los padres deben tomar medidas para controlar el uso de la tecnología a la noche. Es básico mantener la televisión, la computadora y, en especial, los celulares fuera de la habitación de los hijos.
«El uso de los mensajes de texto es todo un problema. Y nos daremos cuenta de que es aún mayor», manifestó la investigadora.
«Aunque sabemos que los adolescentes tienen otro esquema horario, podemos hacer que sigan menos conectados a la noche», finalizó la autora.
Algunos alumnos consideran el móvil un apéndice de su cuerpo, según destacan los profesores. Y en clase, no paran de grabar a compañeros y profesores. Esto lleva a un número cada vez mayor de centros a tomar medidas estrictas en el uso de móviles y mp3 en clase ante esta adicción que atenta contra la intimidad.
El Reglamento Orgánico de Funcionamiento (ROF) de algunos centros incluye en un apartado la prohibición móviles o mp3.
Algunos centros aplican medidas expeditivas para prevenir el mal uso: la expulsión.
Grabar y llamar desde el móvil también está prohibido en el IES Gaona. «Es un delito grabar a menores o mayores sin su consentimiento y lo peor es que hay que advertírselo porque muchos no lo saben», reseña el jefe de estudios del IES Gaona, en Málaga.
En el instituto Torre del Prado si perciben que un alumno usa su móvil, se le retira y, generalmente, deben ir sus padres a recogerlo. «Lo primero es que ellos tienen muy claro que está prohibido utilizarlo y cuáles son las consecuencias. No queremos repetir episodios de otros centros que han saltado a la prensa por imágenes tomadas a docentes o a alumnos», como subraya el director del instituto Alfonso Balsera. Así los alumnos no podrán alegar ignorancia para zafarse de la reprimenda que, en muchos casos, es no poder asistir a clase.
Concientes de que casi el 90% de los menores tiene móvil y que crecen los casos de adicciones y, en general, malos usos de las nuevas tecnologías, los padres del Instituto Miguel Herrero de Torrelavega han organizado hoy, miércoles, a partir de las siete de la tarde, y dentro del II Foro Adolescencia, el debate ‘Uso y abuso de las nuevas tecnologías’.
En el acto intervendrán Eduardo Gayoso, director del Centro de Innovación Educativa y Formación del Profesorado (Ciefp) de Torrelavega; José Nicasio Gutiérrez, psicólogo, y Germán Castellano, presidente de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia. Al igual que en la primera edición, en el debate participarán los propios adolescentes.
Como contribución al II Foro Adolescencia, el Instituto Marqués de Santillana ha realizado una encuesta entre los alumnos de Torrelavega sobre el uso de las nuevas tecnologías. Los resultados ponen de manifiesto su fuerte implantación entre los jóvenes y la enorme influencia que ejerce sobre ellos, así como las pautas de comportamiento que deben ser tenidas en cuenta por los padres.
Por ejemplo, el 46,9% de los jóvenes dice tener una televisión en su habitación, el 85% teléfono móvil, el 84% videoconsola y el 66,4% ordenador. En la encuesta participaron 738 chicos y 678 chicas. Ellos utilizan más la videoconsola, mientras que ellas usan más el teléfono móvil y el ordenador.
Según un estudio realizado en el Reino Unido por el Personal Finance Education Group, los padres británicos regalan el primer teléfono móvil a sus hijos cuando éstos tienen 8 años de edad. Más del 35% de los niños de 8 años ya posee uno. También se destaca que el 75% de todos los niños de 7 a 15 años de propiedad de “al menos” un teléfono móvil.
Del estudio también se desprende que “algunos niños de tan sólo siete años se ofrecen a hacer las tareas domésticas a cambio de dinero para comprar ringtones“, que a los 10 años usan las tarjetas de crédito y débito de sus padres para comprar juegos móviles, lo demuestra que tienen el apoyo de los padres, y que ya participan de concursos por mensajes de texto.
Con este tipo de estudios se logran dos cosas, hacernos conocer la realidad del mercado que hay entre los niños y los móviles y es el puntapié inicial de leyes que prohíban o restrinjan los móviles en menores de edad, como hicieron Finlandia, donde recomiendan que no los usen, y Francia, donde está prohibida la venta y promoción de móviles para niños, como el Lego Phone.
Lo que no se menciona en este estudio es que hay niños a esa edad que utilizan el móvil de forma constructiva, recordemos aquel niño de 9 años que desarrolló una aplicación para el iPhone.